¿Es la cirugía la mejor opción para tratar el cáncer de tiroides? Guía completa para pacientes
- Dr Texell Longoria Dubocq, MD

- 15 nov
- 3 Min. de lectura
El cáncer de tiroides es uno de los tipos de cáncer con mejor pronóstico, especialmente cuando se detecta a tiempo. Para la mayoría de los pacientes, la cirugía representa el tratamiento principal y más efectivo. Sin embargo, no todos los casos requieren el mismo tipo de intervención quirúrgica, y entender cuándo es necesaria la cirugía puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre el tratamiento.

Cuándo está indicada la cirugía en cáncer de tiroides
La decisión de realizar una cirugía depende de varios factores clínicos y diagnósticos. Aquí te explicamos los principales escenarios en los que la cirugía es recomendada:
Confirmación de cáncer mediante biopsia (FNA)
La biopsia por aspiración con aguja fina (FNA) es el método estándar para diagnosticar cáncer de tiroides. Si el resultado confirma malignidad, la cirugía es necesaria para remover el tumor y evitar su avance.
Nódulos mayores de 1 cm con características sospechosas en ultrasonido
Aunque la biopsia no siempre se realiza en todos los nódulos, los hallazgos de ultrasonido pueden mostrar signos de riesgo, como bordes irregulares o microcalcificaciones, que sugieren la necesidad de cirugía.
Tumores agresivos o invasivos
Cuando el tumor invade estructuras cercanas como la tráquea, músculos del cuello o vasos sanguíneos, la cirugía es fundamental para controlar la enfermedad y preservar la función de estas áreas.
Metástasis a ganglios linfáticos del cuello
La presencia de metástasis en los ganglios linfáticos cervicales requiere una cirugía adicional para remover estos ganglios afectados y reducir el riesgo de recurrencia.
Tipos de cirugía tiroidea
Existen diferentes procedimientos quirúrgicos según el tamaño, la extensión y la agresividad del tumor. Conocerlos ayuda a entender qué esperar y cómo se planifica el tratamiento.
1. Lobectomía
Este procedimiento consiste en remover solo un lóbulo de la tiroides. Se recomienda para tumores pequeños, generalmente menores de 1 cm, y de bajo riesgo. La lobectomía puede ser suficiente para eliminar el cáncer y preservar parte de la función tiroidea, evitando la necesidad de terapia hormonal a largo plazo.
2. Tiroidectomía total
En este caso se extrae toda la glándula tiroides. Se utiliza para tumores más grandes, multifocales (que afectan ambos lóbulos) o con características agresivas. La tiroidectomía total permite un control más completo del cáncer, pero requiere que el paciente tome hormona tiroidea de por vida para reemplazar la función perdida.
3. Disección de ganglios linfáticos
Cuando el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos del cuello, es necesario realizar una disección para remover estos ganglios afectados. Este procedimiento puede realizarse junto con la tiroidectomía y ayuda a prevenir la propagación del cáncer a otras áreas.
Qué esperar después de la cirugía
La recuperación varía según el tipo de cirugía, pero en general, los pacientes pueden esperar:
Hospitalización breve
La mayoría de las cirugías de tiroides requieren una estancia hospitalaria de uno a dos días.
Control del dolor y cuidado de la herida
El dolor postoperatorio suele ser leve y manejable con analgésicos comunes. La herida en el cuello se cura en pocas semanas.
Monitoreo de la función tiroidea
Después de una tiroidectomía total, es necesario iniciar terapia hormonal para mantener niveles adecuados de hormona tiroidea. En la lobectomía, algunos pacientes mantienen función tiroidea normal.
Seguimiento con ultrasonido y análisis de sangre
Se realizan controles periódicos para detectar cualquier signo de recurrencia o complicaciones.
Riesgos y complicaciones de la cirugía
Como toda intervención quirúrgica, la cirugía de tiroides tiene riesgos, aunque son poco frecuentes cuando la realiza un equipo experimentado:
Lesión de nervios laríngeos
Puede causar cambios en la voz o dificultad para hablar, generalmente temporales.
Hipocalcemia
La extirpación o daño accidental de las glándulas paratiroides puede provocar niveles bajos de calcio en sangre, que se controlan con suplementos.
Infección o sangrado
Son complicaciones raras pero posibles, que requieren atención médica inmediata.
Alternativas y complementos a la cirugía
En algunos casos seleccionados, la cirugía puede combinarse con otros tratamientos o, en situaciones muy específicas, considerarse alternativas:
Terapia con yodo radiactivo
Se usa después de la cirugía para eliminar células cancerosas remanentes.
Vigilancia activa
Para tumores muy pequeños y de bajo riesgo, algunos médicos recomiendan seguimiento sin cirugía inmediata, con controles frecuentes.
Radioterapia o quimioterapia
Son poco comunes en cáncer de tiroides, pero pueden indicarse en casos avanzados o resistentes.
Preguntas frecuentes sobre la cirugía de cáncer de tiroides
¿La cirugía garantiza la cura del cáncer?
La cirugía es el tratamiento más efectivo para eliminar el cáncer de tiroides en etapas tempranas. El pronóstico es excelente cuando se realiza a tiempo.
¿Necesitaré tomar medicamentos después de la cirugía?
Si se remueve toda la tiroides, sí. La terapia hormonal es necesaria para reemplazar la función tiroidea. En lobectomías, algunos pacientes no requieren medicación.
¿La cirugía afecta la voz?
Existe un pequeño riesgo de afectación temporal de la voz, pero la mayoría de los pacientes recuperan la función normal.
¿Cuánto tiempo dura la recuperación?
La mayoría vuelve a sus actividades normales en una o dos semanas, con seguimiento médico continuo.



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